Hasta hace tiempo lo fundamental para las empresas era tener una presencia en Internet a través de una página web, pero las cosas han cambiado y hoy en día no sólo hay que estar en Internet, sino que si tu empresa no aparece en la primera página de resultados de los buscadores, tu empresa no existe.
Cuando un usuario realiza un búsqueda en Internet le aparecen miles de resultados, miles de empresas que responden a sus criterios de búsqueda, pero por lo general, el cliente no consulta más allá de la primera página. Ahí está la importancia del posicionamiento Web: aparecer en los primeros resultados de Google para destacar sobre la competencia y así captar a ese usuario para transformarlo en un potencial cliente de la empresa.
Pero el posicionamiento no sólo da presencia y visibilidad a las webs, sino que nos puede aportar un flujo constante de tráfico hacia nuestro sitio, además de incrementar la tasa de conversión de los clientes. Está claro que si una empresa ha invertido en una buena página web debería dedicar parte de su presupuesto de marketing al posicionamiento web.
Hasta hace poco, los profesionales del SEO, usaban diferentes técnicas (intercambio de enlaces, altas en directorios, etc) para intentar posicionar la web entre los primeros 20 resultados de Google, pero la reciente actualización del algoritmo de Google, el ya más que conocido, Google Pinguin, ha demostrado que lo más importante es tener contenidos de calidad, enlaces entrantes orgánicos, buena actividad en las redes sociales (de forma natural), y sobre todo la creación de un sitio web enfocado a los usuarios y no pensado para los buscadores.
Lo más importante es confiar su campaña de SEO a profesionales, pero recuerde que nadie puede prometerle aparecer en el primer lugar de Google en un tiempo determinado, todo va a depender del tipo de sitio Web que se quiera posicionar, la cantidad de palabras clave, la competencia, etc.