Desde hace año y medio, las redes sociales son el boom en la Red. Adolescentes, niños, adultos, grandes y pequeñas empresas, asociaciones… Todos han encontrado un hueco en alguna red social donde relacionarse con familiares, amigos, clientes y potenciales clientes. El fenómeno de las redes sociales ha supuesto un paso más para la denominada Web 2.0 y, en cuanto al marketing online y la publicidad web, una nueva fuente de negocio. Muchas de las empresas que han decidido dar el salto al entorno social en Internet han visto aumentar sus beneficios, ya sea en el reconocimiento de su imagen de marca o bien para vender sus productos o servicios. Y, en general, éstas se han podido acercar e interactuar con los clientes y futuros compradores, de un modo antes inimaginable.
Aún así, no para todos ha sido un camino de rosas. Ante la llegada de este prodigio a la Web, muchas empresas se apresuraron a crear perfiles sin barajar todas las posibles consecuencias y sin concretar los fines de éstas. Las redes sociales estaban en boca de todos y nadie se quería quedar fuera del carro. La revista de marketing estratégico “BtoB” ha analizado estas cuestiones y ha concretado en qué casos las empresas deberían desistir de utilizar redes sociales.
‘A qué público queremos llegar, cuánto tiempo van a durar nuestras campañas, qué información vamos a publicar… Todas estas cuestiones se deben concretar antes de entrar en las redes sociales’
En el primer caso en el que no se deberían usar redes sociales es cuando suceden conflictos dentro de la empresa. Si entre la Dirección y los empleados existen problemas internos, o entre los mismos empleados, lo más aconsejable es alejarse, cuando más mejor, de redes sociales y medios de comunicación. El enfado de los trabajadores puede desencadenar en comentarios negativos en los perfiles de la empresa o en el contacto de éstos con medios desmintiendo las “noticias positivas” que se emitan desde la empresa. Hecho que puede crear daños, a veces, sin retorno.
Vender productos caros o tener pocos clientes, pero que invierten mucho dinero en nuestra empresa, es otra situación en la que un negocio no debe aparecer en redes sociales. Los clientes agradecerán un trato exclusivo si, en vez de comunicarse con ellos a través de redes sociales, lo hacen a través de llamadas telefónicas o visitas personales.
Tener claro el objetivo con el que vamos a crear un perfil en una red social será esencial. A qué público queremos llegar, cuánto tiempo van a durar nuestras campañas de marketing online, cuántas personas se van a encargar de mantener al día el perfil, qué información vamos a publicar… Todas estas cuestiones se deben concretar antes de entrar en estos entornos. Asimismo, hay que asegurarse de que la empresa comprende para qué se va a usar la red social y dejar a un lado los escepticismos, ya que, si no se transmite confianza desde las “altas esferas” los trabajadores tampoco querrán invertir tiempo y esfuerzo en acciones para la empresa.
‘Si la empresa mantiene una política de privacidad estricta, es aconsejable no revelar proyectos o acciones de la misma’
Por último, “BtoB” se dirige a los trabajadores resaltando que, si la empresa mantiene una política de privacidad estricta, es aconsejable no revelar proyectos o acciones de la misma. Son muchas las noticias que hemos escuchado hasta ahora de empleados que “se han ganado a pulso” penas por difundir datos de una empresa en sus perfiles sin autorización alguna.
Está claro que redes sociales sí, pero no en todos los casos. Existen situaciones como las que nos han descrito “BtoB” que, lejos que beneficiarnos, una red social puede llevar a pique nuestro negocio. Para ello, habrá que visualizar todas las posibles situaciones que se puedan crear una vez hayamos creado el perfil.