Decía Paul Ehrlich que ‘cometer errores es humano, pero para estropear realmente las cosas necesitas un ordenador’. Y es que a veces, por muy perfecto que parezca un software, siempre puede tener errores. El último sistema en fallar ha sido Gmail con una caída el martes que afectó al 10% de los usuarios. Esto provocó que el hashtag #GMail se colara entre los trending topics de Twitter, ya que aunque desde Google se aseguró que el problema fue resuelto en un par de horas, el sistema no se reestableció por completo en algunos casos hasta ayer. Durante el tiempo que duró el fallo, los usuarios no pudieron enviar y recibir correos, al tiempo que apareció un mensaje de error de acceso a la cuenta o de contraseña incorrecta. Ante el fallo, Google pidió disculpas amparándose en que la compañía realiza continuos cambios y mejoras.
Apple tampoco se libra de los incidentes. Recientemente, la compañía que liderase Steve Jobs ha tenido que enfrentarse al troyano ‘Flashback’ que afectaba a los ordenadores Macintosh. El virus aprovechó una vulnerabilidad en la versión Java para Mac que se corrigió con una actualización Java. Pero Apple no fue lo suficientemente rápido y tardó más de lo esperado en solucionarlo, mientras cientos de miles de equipos se infectaron.
Por otra parte, aún se recuerda el fallo masivo que sufrieron los dispositivos de Blackberry el pasado mes de octubre. En aquella ocasión, los clientes de dicho teléfono sólo pudieron llamar y mandar sms pero no acceder a cualquier servicio basado en la red (mensajería instantánea, cuentas de correo, chat…). Este hecho colapsó los servicios en línea de la compañía fabricante de Blackberry, Research in motion (RIM) y contribuyó a la caída de la empresa, acuciada hasta el momento por la dura competencia entre smartphones y tablets.