El marketing viral, como estrategia para captar la atención y originar expectación, ha proliferado, llegando a ser una tendencia en auge. Sin embargo, nace un nuevo aspecto relacionado con este tipo de acciones que podría derivar en efectos colaterales inesperados.
Internet ha sido un canal ideal para la difusión de este tipo de campañas, mensajes y acciones virales que a veces han pasado de la expectación a la alarma social e incluso a llegar a ser una preocupación transitoria. Decimos transitoria porque al final se revelan sus entresijos y objetivos. Pero hasta llegar ahí, sus efectos conservan el “caos” en forma de una transmisión vírica que a veces se comunica de manera rápida e imparable.
El mensaje viral debe reunir una serie de elementos para poder causar expectación. Entre ellos, hay que destacar los que conllevan a despertar el verdadero interés y todo tipo de sentimientos atraídos por un falso hecho o acontecimiento inusual.
No están escritos los límites morales que no deberían rebasarse cuando se quiere crear esa gran expectación, recurriendo al marketing viral. Sin embargo, hay veces que los efectos originados han generado psicosis y pánicos inducidos con mensajes y acciones que han sobrepasado la realidad, atacando a la conciencia colectiva.
El primer caso de ello proviene del año 1938, cuando Orson Wells comunicó por radio una supuesta invasión alienígena, que en realidad correspondía a la narración de una adaptación de La Guerra de los Mundos, que generó un auténtico pánico entre más de un millón de personas.
Otro ejemplo surge en el 2009 cuando en Italia se divulgó, por parte de algunos medios, la aparición de un OVNI sobrevolando la localidad de Cagliani, originando el pánico entre miles de personas. Lo más llamativo fue que más de 70 personas afirmaban haber sido testigos de ese hecho inexistente, ya que finalmente se trataba de una campaña de marketing viral.
Las fórmulas para crear este tipo de efectos son muchas y no se reducen a la transmisión de mensajes radiofónicos o grabaciones de vídeo. El año pasado, los responsables de la promoción de la película “Distrito 9” planearon una campaña viral muy innovadora, que se basó en la distribución y colocación de carteles que avisaban de la presencia de alienígenas y pedían la denuncia de sospechas por parte de los humanos. Después de ese llamamiento, re recibieron más de 33.000 llamadas y más de 2.500 mensajes alertando de la presencia de este tipo de seres.
Cada uno de estos casos son ejemplos que manifiestan el impacto que puede llegar a originarse a través de las acciones de marketing viral bien elaboradas.
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