Demostrar a tu público que eres experto en un tema es una pieza fundamental a la hora de convertir un negocio en algo referente en Internet. Dejando de lado la vanidad que supone ser reconocido y que nuestras opiniones se conviertan en prescripciones para la audiencia, la credibilidad y generar confianza en un producto o marca es uno de los pilares del mundo marketiniano. Pero, ¿cómo se consigue?
-Experiencia: Siempre se ha dicho que la experiencia es un grado y por ello, la antigüedad en un determinado sector es un punto positivo a la hora de demostrar valía. Si alguien se ha mantenido con éxito tanto tiempo, siempre es por algo.
-Cuenta tu historia: Relatar la experiencia de la empresa o la personal además de humanizar otorga credibilidad. A la audiencia le gusta leer y escuchar las historias de otros, bien para aprender de ellas como para poner cara a las personas que hay detrás de un proyecto. Pero no todas las historias valen lo mismo. Hay que ser honestos, no eludir los errores: hacer descripciones realistas, incluir testimonios y no utilizar números redondos (es preferible poner ‘2.598’ a ‘cerca de 3.000’ por ejemplo).
-Contacto frecuente: La presencia constante en las diferentes plataformas existentes en el social media acercan al cliente. Se fomenta la cercanía y una relación directa con nuestros contactos permiten preguntar cuáles son sus necesidades y actuar ofreciéndoles soluciones. Por otra parte, si estás ahí es más probable que te recuerden y que el cliente se acuerde de ti en un momento de necesidad.
-Enseñar: La gente accede a Internet principalmente para buscar información. Escribir artículos relacionados con el negocio que queremos promocionar nos ayudarán a situarnos a la cabeza del sector. Además, la publicación de textos en diferentes blogs y foros atraerán visitas a nuestra página.
-Utilizar material favorable de terceros: Menciones, artículos, estudios sobre el tema, opiniones de expertos o descripciones legitiman el valor de nuestro producto o servicio.
-Integridad profesional y personal: No por ser el último es el menos importante. Demostrar integridad profesional genera una credibilidad que puede echarse por tierra en el momento en que alguien descubra cifras infladas, un informe o una afirmación publicitaria falsa. La honestidad es una virtud y a la hora de trabajar con un cliente, más. Para eso es importante hacer una evaluación continua y una autocrítica para evitar acciones negligentes.
En relación con la credibilidad se encuentra el carisma. No sólo basta con estar presente en la web 2.0., lo realmente importante es diferenciarse del resto para destacar en el cada vez más bullicioso mundo social. Tener personalidad propia, hacerse notar y tener paciencia en la obtención de resultados siempre ayudan. Recuerden, Roma no se conquistó en un día.