Los códigos de barras del futuro se llaman QR

Los códigos QR cada vez son más comunes en nuestra vida cotidiana: periódicos, revistas, anuncios, promociones… todos ellos incluyen un cuadrado ilegible para el ojo humano pero que con tan sólo fotografiarlo abre la puerta a un mundo de posibilidades dentro de los smartphones y tablets. Los QR (Quick Response o ‘respuesta rápida’) son códigos de barras que almacenan datos. A través de la captura de la imagen enlazan a un archivo y al contenido que hay tras él, enriqueciendo la información de un determinado producto.

 

Para empezar a utilizarlos, basta con descargar alguno de los programas gratuitos existentes en la tienda de aplicaciones del móvil y que será el que se encargará de descifrar la imagen. Entre los más populares se encuentran Barcode Scanner (para Android) y Lector QR, disponible para iPhone y iPad. Sus adeptos cuentan que una de las principales ventajas es que ahorra al consumidor tiempo y esfuerzo, ya que no tienen que introducir datos de manera manual en el teléfono. Uno de sus usos más recurrentes es el publicitario. A través de los códigos QR se obtiene la url y toda la información de la empresa, así como textos complementarios, imágenes, vídeos, catálogos o enlaces a la tienda online, entre otras prestaciones. También pueden actuar como asesores, ya que un producto que contenga dicho código puede desvelar información complementaria que termine de convencer al consumidor acerca de las características del artículo en cuestión. Cualquier lugar es bueno para poner un QR. Tal es la fiebre por este código que ya hay quienes lo colocan en sus fotos de perfil en las redes sociales. Desde vallas publicitarias, stands en ferias, camisetas a cupones de descuento, pegatinas, tarjetas de visita o en la foto de portada de Facebook, la cuestión es aprovechar las posibilidades tecnológicas  y convertir este código de barras en una herramienta de marketing.

 

De forma paralela a los QR existen otros códigos bidimensionales, tales como Bidi y Bokcodes. A diferencia del anterior, Bidi no es gratuito y fue creado por Movistar en 2008 como un código cerrado. Por otra parte, los Bokcodes son otro nuevo sistema de códigos de barras que pueden ser leídos por la cámara de un teléfono móvil desde una distancia de cuatro metros.

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